El éxito de una empresa, no solo depende de la audacia, de quien ostenta el mando. Puesto que, en algún momento, para cumplir su misión, necesitará contar con un equipo de personas. Llega un momento, en que se deben tomar decisiones, y asumir limitaciones. Imaginemos que, uno, solo pueda ayudar a cinco personas en un día. Con un equipo de diez más, a cincuenta por día. Y contamos bien, cincuenta. Porque uno, tendrá que aprender a confiar y delegar responsabilidades, y pasar a encargarse de la organización de ese equipo de diez. Hoy hablaremos de nuestra máxima, de buenas personas, buenos profesionales.
La imagen de la empresa
Esta, es una progresión natural, de cualquier negocio, que va ganando la confianza de sus clientes. Cuanto mayor sea el volumen de clientes, que confíen en el buen hacer de una empresa, mayor será el compromiso de esta, para con sus clientes.
De este proceso, se deduce que, al delegar responsabilidades en el equipo de trabajo, también se delegan otros factores:
- Tus clientes, ahora trataran con otras personas. Estas personas, deberán ser un reflejo de los ideales y valores de tu empresa.
- Los servicios prestados por los miembros de tu equipo, deberán ser realizados siguiendo los mismos preceptos establecidos por la empresa.
Estos puntos anteriores, y algún otro más, se resumen en la idea subjetiva de “imagen de la empresa”.
De buenas personas, buenos profesionales
En Servinalopó hemos aprendido que, además, las personas que formen nuestro equipo, deben estar “hechas de cierta pasta”. La nuestra, es una empresa multiservicios. Limpieza y desinfección de hogares, empresas, escuelas y oficinas; ayuda a domicilio, a personas mayores dependientes, a personas enfermas; organización de eventos sociales y culturales, con azafatas, catering y tramoyistas; monitores deportivos y de tiempo libre.
Todo un rosario de servicios destinados a interactuar con las personas, a proporcionarles bienestar e integración social.
Por tanto, cada uno/a de los miembros de los equipos encargados de cada servicio, son instruidos minuciosamente, para convertirlos en auténticos profesionales eficientes.
Pero también, cada uno de ellos, deben cumplir con unos valores mínimos de honradez, educación y respeto. En definitiva, de humanidad.
Solo así, el fin que perseguimos en Servinalopó, puede cumplirse. Somos conscientes de que, la excelencia profesional, solo la alcanza una buena persona, con una buena formación. Y, este es un rasgo característico, del equipo de personas de Servinalopó.
Te invitamos a comprobarlo. Llámanos, sin compromiso, al 965 391 245. Escríbenos un correo, o envíanos un WhatsApp. Te recordamos que, Servinalopó está en Elda.